lunes, 5 de marzo de 2007


Estaba sentada en la orilla del mar, pensando en la vida que acaba de empezar, en como los segundos se reunen en mi voz, y que no existe nada igual, y que mas da, si tú eres el horizonte y y yo me pierdo tras la máscara del amor, que se acaben los festejos y que empiece la fiesta, todos sentados y yo junto a la orilla del mar. Hace un tiempo te vi regresar, estaba oscuro mas te vi avanzar, mi corazón se apresuraba al remedio idílico que no debía hacer, sino mas que aceptar las excusas que me dabas, las mentiras que inventabas, mientras buscabas una respuesta oculta en tus zapatos, que quizás saben mas del amor que tus ojos cuando miran a los mios.
Camine mucho tiempo no lo dudo, tal vez un segundo un minuto un infortunio, no recuerdo en que momento, pero se que es un infierno cuando un día no deje de pensar , no se si en ti o en mi lastimado orgullo que se lleva a todas partes el dolor que no me deja descansar, ahí detenida esperando que las olas me puedan contestar, que si la vida se opone a que ame a ese hombre o si soy yo, que se niega a soñar, o si el viento se digna a parar, pero lo único que vi, fue tus labios en otra chica, con tus manos sobre su cintura, y el dolor se quedó, no pude evitar encontrar una mentira bajo la almohada de tu voz, no pude evitar no expresar mis sentimientos y ahora solo se que no puedo respirar.
Estaba pensando un poco en el mar, y me he dado cuenta que acaba de empezar, y se repite la misma historia una que otra vez, una rueda es mi vida, pero esta vez te habré de atrapar. Y cuando al final lo consiga, ya no habrá mas mentiras solo sera un segundo de los dos, y aunque el dolor se asentó entre nosotros, quizás exista un poco de amor.